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Indefensas solo con su gran voluntad de vivir inician la travesía de llegar al mar...!

A pocos metros de la costa, mientras disfrutamos el paisaje de las playas coralinas, hay otra visitante en Isla Fuerte. Esta se alimenta de medusas, pastos y esponjas marinas entre otros. Es la tortuga marina, de la cual llegan cuatro especies diferentes a la isla. Sin embargo, a pesar de su belleza e importancia para el ecosistema marino, algunas están en peligro crítico de extinción y se alejan cada vez más de estas playas.

Las tortugas marinas son importantes porque cumplen funciones ecológicas como trasladar nutrientes, remover la arena de las playas de anidación, contribuyen al buen mantenimiento de los pastos marinos, ayudando a muchas otras especies que dependen de estos. Cuando la tortuga Carey se alimenta de esponjas mantiene la dinámica de arrecifes de coral -alivia el epizoismo en corales- Por su parte, la tortuga Laúd se alimenta de medusas, con lo que mantiene el control de las poblaciones, al igual que otras tortugas que comen peces y crustáceos. También debido a que las tortugas marinas realizan migraciones de miles de kilómetros y tardan décadas para madurar sexualmente, sirven como importantes indicadores de la salud de los ambientes costeros y marinos, tanto a escala local como global.

Las tortugas marinas son un atractivo que forma parte del turismo marino y esta actividad se permite realizar -de manera responsable- dentro de las áreas marinas protegidas existentes como es el caso de Isla Fuerte (SPNG, 1998; Perrone et al., 2009). Para beneficiarnos de su belleza, necesitamos que todos, tanto isleños como visitantes, las conozcamos y las respetemos, ya que estas hermosas criaturas  pueden llegar a contribuir no solo ambientalmente como ya lo hacen, sino económicamente a la comunidad al maravillar con una experiencia única a todos los demás visitantes.

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